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Por María Isabel Triviño , 21 de octubre de 2020Experta explicó cuándo y por qué un puma ataca
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 3 añosDirectora de Fundación Romahue, que tiene centro de rehabilitación y refugio de animales silvestres, aclaró que esta especie sólo enfrenta a una persona si se siente amenazada o tiene mucha hambre.
No es natural ni normal que los pumas ataquen a una persona; y sólo hay dos razones por las cuales podrían hacerlo: para defender a su cría, porque se sentía muy amenazado, o por hambre, explicó Susana Bize directora de Fundación Romahue, que cuenta con un centro de rehabilitación y refugio de animales silvestres, en la comuna de Puerto Varas.
Contó que en la historia hay muy pocos casos de pumas que hayan matado personas y contó que, en los 20 años que llevan con la fundación y lo que han conversado con gente del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en esta región no ha habido reportes de ataques de este tipo.
Por ello insistió en que, si bien la mujer de Valdivia que murió este martes en el sector rural de Tres Chiflones, en la comuna de Corral, presenta evidentes lesiones causadas por un animal, un forense animal debiera hacer peritajes para determinar si fue atacada por un puma o un jabalí, que dijo es el otro animal que en esta zona podría matar a una persona, ya que enfrenta a quienes encuentra.
Susana Bize comentó que, en general, los animales son bastante más sabios y tienen un gran instinto de sobrevivencia, por lo que al enfrentarse a otro animal grande, que es lo que somos para ellos, “siempre está el riesgo de quedar herido y, en el área silvestre, puede ser atacado por otro depredador o morir por las lesiones”. Por eso, opta por huir al ver humanos o incluso se acostumbran a encontrarse con gente.
En este contexto, manifestó que “si se comprueba que es real, sería muy grave porque significa que el puma estaba muy alterado para llegar a atacar”. Al respecto precisó que, de ser así, podría tratarse de una puma recién parida y haya estado defendiendo a sus crías, pues se sintió amenazada por un humano, aunque precisó que eso no implica que la persona la haya atacado.
Acotó que la otra causa por la cual un puma podría haber atacado a una persona es que tenga mucha hambre, ya que “por la reducción abrumadora de su hábitat, no le queda otra que cazar lo que haya, porque no quedan liebres, ni zorros”. Y acotó que, si ese hubiera sido el caso, habría matado a la mujer en Corral y se habría comido parte de la víctima.
La también creadora del Parque Senda Nativa, que trabaja en educación ambiental y conservación de la flora y fauna de la cuenca del Río Maullín, añadió que los pumas son peligrosos porque tienen garras, colmillos y pueden pesar entre 40 y 90 kilos, pero si quisieran atacar a humanos nos podrían hacer gran daño, ya que hay muchos viviendo cerca de la gente que se ha tomado su territorio y matan corderos, pero no animales más grandes como terneros.
En este contexto, la creadora de la citada fundación, que tiene 20 años de trayectoria en esta materia, destacó la importancia de educar a la gente en cuanto a cuáles son las razones por las cuales un puma podría atacar a una persona, y subrayó que hay que saber en qué contexto ocurrió lo que recalcó es un accidente. “Los seres humanos somos los únicos que matamos animales por placer y porque podemos”, recordó.
CONSEJOS
En cuanto a qué puede hacer alguien si se encuentra con un puma, la responsable legal del centro de rehabilitación de fauna silvestre de la Fundación Romahue comentó que lo recomendable es “detenerse, erigirse lo más que pueda e incluso levantar los brazos, para parecer lo más grande posible. Uno puede ir retrocediendo y mirándolo fijamente a los ojos, para que se sienta amenazado pero con la libertad de irse”, agregó.
Asimismo, añadió que si una persona se agacha, por ejemplo para recoger una piedra, y el puma está muy cerca, se corre el riesgo de que se tire encima. Y recalcó que “nunca se le debe dar la espalda y lo peor que se puede hacer es salir arrancando, porque te verá como una presa”.
Susana Bize también relató que vive en un campo en el que hay pumas silvestres, con los que se han encontrado de frente muchas veces y nunca les ha pasado nada. Al respecto, contó que “nos quedamos quietos, el puma nos mira -sin miedo ni de manera agresiva- y simplemente se va”.