Ipsos: confianza ciudadana en los procesos electorales cae 12 puntos en un año

El estudio “Claves Ipsos N°44” revela una baja en la confianza general hacia las elecciones, aunque se mantiene el respaldo al Servel, los resultados y el rol de los vocales de mesa.

La confianza ciudadana en los procesos electorales en Chile cayó de 70% a 58% en el último año, según el informe “Claves Ipsos N°44”, presentado por la consultora Ipsos. El estudio, basado en una encuesta a 1.000 personas, indaga percepciones sobre probidad, corrupción y confianza en las instituciones en el contexto de las próximas elecciones presidenciales y legislativas.

Pese al descenso, la mayoría mantiene una percepción positiva sobre el trabajo de los vocales de mesa (69%), los resultados de las elecciones (63%) y el Servicio Electoral (Servel), con 60% de confianza. Además, el 47% considera que el Servel funciona mejor que organismos similares en otros países. No obstante, solo 43% cree que las autoridades electorales fiscalizan eficazmente el gasto y la transparencia de las campañas.

En cuanto a los candidatos presidenciales, el 70% de los encuestados estima que otorgan importancia a las estrategias anticorrupción, aunque 57% considera que el esfuerzo no es suficiente. En la asociación con propuestas anticorrupción, José Antonio Kast lidera con 39%, seguido por Jeannette Jara (28%), Johannes Kaiser (26%), Evelyn Matthei (25%) y Franco Parisi (22%). Sin embargo, el estudio evidencia desconfianza transversal en el cumplimiento real de estas promesas.

La directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile, Alejandra Ojeda, advirtió sobre los riesgos de esta tendencia destacando que “la sensación de corrupción que se ha instalado a nivel ciudadano y la baja confianza en las instituciones ahora está afectando también a cómo las personas observan las elecciones. Y esto es muy peligroso porque la confianza en los procesos electorales es la base del funcionamiento de la democracia”, indicó.

Corrupción y probidad institucional

El informe muestra que 72% de los encuestados percibe altos niveles de corrupción en el país, percepción que se extiende al Estado (68%), las regiones (64%) y las comunas (48%). Además, la mitad de los participantes desconfía de las instituciones encargadas de combatirla.

Respecto a la probidad, las instituciones mejor evaluadas son la Policía de Investigaciones (33%) y Carabineros (32%), aunque ambas registran una disminución respecto a 2024. En contraste, los partidos políticos (76%), el Congreso (69%) y los tribunales de justicia (64%) concentran las percepciones más negativas.

En la función pública, 54% considera que el Estado no es honrado en la contratación de personal y 52% cree que no fiscaliza adecuadamente su propio actuar, aunque un 36% valora que existen instrumentos para asegurar transparencia.

La empresa privada tampoco escapa a la crítica: 38% de los encuestados la asocia con corrupción y 46% estima que no es transparente en la publicación de precios y condiciones de sus servicios. “Estamos enfrentando una importante crisis de confianza en las instituciones. Las acciones del Estado y las empresas no están conectando con las personas. Sin embargo, los programas anticorrupción son mandatorios en muchos sectores, y los líderes con buena reputación pueden marcar una diferencia si comunican con claridad y dan el ejemplo”, agregó Ojeda.

Finalmente, los emprendedores y pequeños empresarios son los actores con mayor percepción de integridad (58%), seguidos por dirigentes vecinales (27%) y líderes de empresas (23%). Este grupo sube 8 puntos en percepción positiva respecto del año anterior.