Bueno, ¿y qué tanto con las tierras raras?

Por Manuel Reyes. Académico Ingeniería en Minas UNAB.

El auge del proyecto minero en Penco ha posicionado a las Tierras Raras (REE) en el debate nacional, generando un entusiasmo que merece ser contrastado con la realidad.

Las REE son 17 elementos metálicos (como el neodimio, disprosio y terbio) que, pese a no ser escasos en la corteza terrestre, sí lo son en concentraciones viables. Su valor es inmenso por sus propiedades magnéticas y conductoras. Son la columna vertebral de la transición energética porque son esenciales para los imanes permanentes de motores de vehículos eléctricos, aerogeneradores y tecnologías avanzadas.

Actualmente, el suministro global depende casi por completo de China, que controla cerca del 90% de la producción mundial. Esta dependencia es el principal motor del interés occidental por buscar fuentes alternativas.

Chile posee yacimientos de REE de tipo arcillas iónicas (como el de Penco), que son valiosos por contener una mayor proporción de las Tierras Raras Pesadas (HREE), las más críticas.

Pero aquí es donde la perspectiva debe ser objetiva. El proyecto Módulo Penco (Aclara Resources) planea producir alrededor de 1.700 toneladas anuales de concentrado. Comparada con las más de 125.000 toneladas comercializadas globalmente, la contribución chilena es objetivamente irrelevante en volumen, y marginal frente a la producción de cobre del país.

No obstante, su relevancia es geopolítica y cualitativa. Penco propone un proceso de "Cosecha Circular de Minerales" (sin tronaduras ni relaves, y con recirculación de agua). La narrativa se centra en posicionarla como un suministrador con alto estándar ESG para Occidente, ayudando a reducir la dependencia de China. El valor de Chile reside, entonces, en su potencial como suministrador percibido como ético y estable de HREE críticas, no en la cantidad que ofrece.

Diversos expertos en geología y minería han ensalzado las posibilidades de Penco, destacando que "lo que hay en Penco es una maravilla a nivel mundial" y que Chile tiene una "oportunidad única". Sin embargo, este optimismo omite que, en el mejor de los casos, la contribución será un nicho de muy alto valor, pero bajo volumen.

El debate sobre las Tierras Raras en Chile es fascinante y subraya una verdad: la minería local busca diversificarse más allá del cobre. Sin embargo, la euforia sobre el potencial de Penco parece exagerada. Es un proyecto pequeño, con una importancia más estratégica que económica en términos macro. A menos que existan vastos yacimientos de arcillas iónicas a lo largo de Chile que no han sido aún dimensionados, es probable que las Tierras Raras sean la "gallina de los huevos de platino": valiosos, pero escasos.