Municipalidad implementará ordenanza contra mal uso de contenedores de basura

Medida combatirá prácticas inadecuadas que van desde sobrecargar los receptáculos a utilizarlo para desechos voluminosos o escombros.

Castigar con severas multas el mal uso de los contenedores de basura una Ordenanza es el proyecto que busca implementar la Municipalidad de Puerto Montt del retiro de 30 toneladas de basura que dejaron los festejos de Año Nuevo en el centro de la ciudad, problema que debió atenderse con un plan de contingencia para normalizar el aseo y que estuvo a cargo de las empresas COSEMAR e Hydrosym.

En torno al tema, el alcalde de Gervoy Paredes precisó que consiste en la actualización de la norma existente, castigando el mal uso de los receptáculos. Asimismo, buscará sancionar otro tipo de conductas como las que se han detectado en algunos locales comerciales desde donde vierten aceites de cocina usados o exceden la cantidad de basura, provocando la saturación de los nuevos basureros.

“Obviamente hay un límite para la cantidad de basura que podemos colocar. Tenemos el caso, como lo hemos pesquisado, que hay hábitos –totalmente inadecuados–como verter aceite hirviendo en el interior de los contenedores. Basura que en ningún caso corresponde depositar en estos receptáculos. Contamos con medios de prueba. Los hemos recopilado a través de las cámaras de televigilancia y también por ciudadanos que nos han hecho llegar la información. Por tanto, vamos a proceder”, dijo Paredes.

En cuanto al procedimiento de contingencia para el Año Nuevo, el Municipio informó que las faenas se iniciaron a las 5 horas y que concluyeron con la evacuación total de 3 mil kilos a las 11 horas del 1 de enero. Al respecto, detalló que los desechos –envases plásticos y confeti– se concentraron entre las calles Copiapó y Chillán.

Acerca de los denominados “sobreproductores”, el municipio estableció que se enmarcan primordialmente en empresas que sobrepasan la capacidad de 60 litros de los receptáculos. Agregó que los procedimientos indebidos –que se concentran en lugares como Melihuén y Bosquemar– se materializan en la saturación directa de los recipientes o a través del pago a recolectores ilegales.